miércoles, 24 de agosto de 2016

Danza (Bailes, Conjuntos folclóricos)



CONJUNTOS FOLKLORICOS HAITIANOS

Una veintena de grupos folclóricos de danza y música de origen haitiano actúan en Cuba, como parte de la diversidad manifiesta en el panorama nacional y portadores tradicionales de un cada vez mayor reconocido espacio cultural a esta etnia.

Los conjuntos de danza se fundamentan en una tradición del baile haitiano y de la localidad donde están enclavados, como depositarios de un saber y actuar por generaciones y conservado por algunos descendientes del núcleo original.

Las provincias orientales presentan el mayor número con los grupos Barrancas, Pilón del Cauto y La Palmita, en Santiago de Cuba; Locosia en Guantánamo; Gagá Nuevo Haití y La flor de Rosa, en Holguín, Maye de Ife y Petit Danze en Las Tunas.

En Camaguey se encuentran Caidije y Bonito Patua, en tanto en Ciego de Ávila actúan Ocay, La gran familia y Nago.

Especial significado tienen las Tumbas francesas, con elementos franco-haitianos, de las cuales se conservan la centenaria Santa Catalina de Ricci o Pompadour, en Guantánamo, La Caridad de Oriente, en Santiago de Cuba; y Bejuco, de Sagua de Tánamo en Holguín.

Sobresale también el grupo Desandann, de Camagüey, único conjunto coral en creole haitiano existente en el mundo, y de reconocida expresión artística.

Otras agrupaciones en Cuba recrean el acervo cultural haitiano, como son los conjuntos folclóricos Nacional, el Cutumba y el de Oriente, o los grupos Renacer haitiano, Raíces y Mystere du Vadoun d´Haití, entre otros.

La preservación de la diversidad cultural se logra en Cuba mediante la promoción y el respeto a las identidades culturales de todos sus ciudadanos, principio ratificado en la respuesta del país a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU sobre la Resolución 2004/20 donde enfatizó sus principios en tal sentido.

CORONADA NUEVA REINA DE LA TUMBA FRANCESA

Justina Ofelia Jarrosay Jarrosay se convirtió en el 2007, a los 82 años, en la nueva Reina de la Tumba Francesa Pompadour-Santa Catalina de Ricci, de Guantánamo primera Obra Maestra Cubana del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad declarada por la UNESCO.

La anterior Reina de la Tumba Francesa, Leonor Terry Dupuy, de 94 años, interrumpió su mandato por motivos de salud. Fue declarada Reina de Honor de la sociedad, asentada en el barrio de la Loma del Chivo, de la ciudad de Guantanamo.

Damaris Sánchez Limonta, bailarina y miembro de la junta directiva de la Tumba Francesa de Guantánamo,

La Tumba Francesa Pompadour-Santa Catalina de Ricci  fue proclamada por la UNESCO en 2003 Obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. Es un tipo de baile, canto y percusión muy animado que encarna uno de los vínculos más antiguos y perceptibles con el patrimonio afro-haitiano en todo el Oriente cubano. Es la fusión, en el siglo XVIII, de la música de Dahomey (África Occidental) y de bailes tradicionales europeos, especialmente franceses.

Llegó a Cuba con los esclavos haitianos, que fueron trasladados al archipíelago tras las revueltas de 1790. Los primeros testimonios escritos de esta tradición se remontan a los principios del siglo XIX,  en las plantaciones de café cerca de las ciudades de Santiago y Guantánamo.

DANZA FOLCLORICA OKAY

De los miles de haitianos que embarcaron hacia Cuba una buena parte de ellos se asentaron en las anteriormente provincias de Oriente y de Camaguey.. En esta última y, específicamente en los centrales azucareros: Stewart, Jagüeyal, Santo Tomás, Jatibonico, Algodones y Ciego de Ávila de la actual provincia de Ciego de Ávila,  se radicaron.

Los haitianos y sus descendientes que poblaron las colonias cañeras situadas en las diferentes localidades del municipio de Venezuela son los que más tarde se agruparon para formar parte de la danza folklórica Okay, nombre del puerto por donde embarcaron, en su mayoría.

 Esta agrupación danzaria surge entre los años 1981-1982, creada por el compositor musical e investigador José Manuel García Delgado, quien en esos años elabora el Atlas de la cultura popular tradicional del territorio. Al periodista Tomás Barceló  se le debe la iniciativa de ponerle este nombre a la agrupación

El  investigador descubre  la variedad y riqueza infinita que han aportado las diferentes etnias a la cultura local,  provincial y nacional y en este análisis la cultura haitiana se le revela como la de mayor autenticidad.

Los primeros integrantes del grupo Okay fueron: Félix Castillo, Emilia Luis, Tibós, Carlos (Tichal), Linó, Americano, Martha (primera Reina), Berta Francisco, Hilda, Manuel Guillermo (Ledú), Manolo Morales (Gasolina), Zenaida, Lázara, Aleida Morales (Chana), Jesús (Chino).

Papa upa (ya fallecido), Berta, Zenaida, Lázara, Imad, Aleida, Félix, Ledú, Marta, Anaís, Gertrudis  y los demás artistas aficionados integrantes de esta agrupación son depositarios de la autenticidad cultural propia de lo verdaderamente autóctono. 

Tiene 25 integrantes quienes bailan el Vodú, Congó, Merengue, Macandá, Fei, Mazún, hacen saltación a la esclavitud y danzan la cinta.

Okay, es expresión genuina del acervo cultural de este pueblo, conserva las raíces que la sustentan, al llevar 25 años o más de experiencia, y un currículum que avala la participación en eventos internacionales, nacionales, provinciales y municipales, afirma Nazario Riverón Díaz, su actual director.

Tiene claras diferencias con agrupaciones danzarias  de esta naturaleza en el país y la provincia, y un sentido de pertenencia y el reconocimiento del pueblo.
Se asume como el reencuentro consciente con su legado histórico y consigo mismo en franca correspondencia con la realidad y con el contexto de actuación en el que se desenvuelve.

La danza brinda un atractivo estético singular gracias al colorido de los trajes típicos del país; se entremezclan los colores: amarillo, violeta, azul, rojo, naranja, el blanco, toda una gama que hacen aún más bello el espectáculo danzario.

El carácter de la danza es eminentemente religioso y de divertimento; se ejecuta en dos líneas paralelas y  se realizan círculos,  las filas de hombres y mujeres se colocan frente a frente y llevan a cabo complicados esquemas entrecruzándose e intercambiando lugares.

Los participantes se alinean y bailan al unísono en el mismo sitio. La pareja no se cambia. A veces, las formaciones de parejas se mantienen dentro de un esquema ya establecido; a menudo en círculo o en cuadrado. La coreografía puede cambiar varias veces durante el transcurso de la danza; las parejas pueden avanzar y entrelazarse con otras parejas, que después deshacen el trabajo en círculo para dibujar un gran círculo o dos concéntricos. A menudo ofrecen la oportunidad de demostrar la destreza del bailarín. Una de estas formas de danza muchas veces es ejecutada por un  virtuoso que en ocasiones baila con un  machete o por la Reina. Los orígenes, pasos y coreografía de la danza, no  se separan  de su contexto cultural.

En la fiesta ritual los danzantes bailan en paso acompasado frente al toque fuerte del tambor que constituye  un llamado al mundo mágico religioso de sus deidades ancestrales. Los movimientos rítmicos y acentuados de la cabeza, ojos, hombros, brazos, cintura, torso y pies se entremezclan en la euforia, algarabía y alboroto que también aparecen en sus cantos donde primeramente invocan a sus orishas y posteriormente recuerdan sus ritos, folklore y costumbres de antaño. Los giros expresivos con gran emotividad, y fortaleza, el sacrificio del animal, el canto del cantante principal y el coro que responde, la actitud de altruismo,  poder y provocación insinuosa de la  Reina constituyen elementos que acercan cada vez más a los  bailadores, cantores y espectadores presentes, a la cultura de esa tierra que un día los vio emprender viaje y a la cual jamás regresaron.

La danza consiste  casi siempre en esquemas de pasos muy repetitivos y complejos  de aprender, los movimientos tienden a ser  difíciles y requieren un entrenamiento, sus formaciones y progresiones en el espacio varían,  los diseños  tienen, o han tenido, significados simbólicos. Los bailarines pueden estar alineados uno junto a otro, seguirse entre sí, tocarse o no. Si se tocan, el contacto puede ser de varias formas; tomándose de las manos, por la cintura o los hombros, o bien enlazando los brazos. Se le da vida  a una historia o argumento en los elementos coreográficos que se exponen; en todas ellas, los movimientos de los bailarines ilustran las historias que se cantan. La danza, implica acciones del pueblo como: trabajar, sembrar, dormir, jugar, cantar, bailar, regañar a un niño,  o actos rituales.

El trabajo de forma circular simboliza el movimiento aparente del Sol o de la Luna, aparece también  un objeto simbólico, como el chivo, o bailar delante del tambor en franco desafío, lo que constituye una alternancia de poder mágico, el trabajo del coro suele tener un guía y un grupo que responde en forma de pregunta respuesta.

El vestuario de los bailarines  y los elementos que lo distinguen  influyen en la naturaleza de los movimientos, las faldas amplias y los pañuelos, son manipulados con elegancia y virtuosismo.

Extremadamente importante es el acompañamiento musical y está  relacionado con formas musicales, con el ritmo y la medida. Tanto la música como los pasos danzarios acentúan el segundo tiempo y se afianza en el trabajo de los tres tambores que se nombran, según Anaís Puig Rodríguez: “uno grande (un tronco ahuecado) de sonido grave llamado “guó tambú” el cual se percute con un trozo de madera, y dos más pequeños el “leguedé” y el “groundé” cuyo sonido es más agudo y se tocan con baquetas más finas. También  se utiliza el cencerro y las maracas”, todo ello apoyado por el coro que canta junto al cantante principal canciones de: travay (trabajo), son lwa ( sobre sus dioses), pou yo bonboche(para ellos divertir), pon ti moun (para niños), pou trese ribon (para tejer cintas), pou rara (carnaval haitiano).

Al apreciar todo lo que acontece se da cuenta uno que este derroche de emotividad, belleza, líneas que se dibujan, formas, colores, movimientos, palabras, sonidos,  juegos intrascendentes, canto, dinamismo danzario y cultural no es de Haití, es herencia del patrimonio cultural de la nación cubana.

Aunque algunos pudieran pensarlo,  Okay, no es cultura negroide, ella es blanco, mulato, indio, chino, árabe,  es una mezcla interétnica, de cubanos que son felices porque: tienen patria y libertad, entonces: danzan, cantan, bailan, juegan, ríen, se divierten, adoran a sus santos y defienden a la Revolución con su arte.

La danza Okay baila:

Congó,  es un baile de pareja. Danza colectiva,  festiva y alegre, donde se mezcla de elementos africanos y franceses, de origen netamente haitiano, tiene deslizamiento de los pies,  movimientos de los brazos y la cintura.

Merengue, es un baile de pareja pegado atrás y hacia delante con movimientos rítmicos y giros hacia un lado y hacia el otro.

Cadrik: Viene de los bailes franceses de salón; se ejecuta hacia el lado y hacia atrás, el instrumental utilizado es la flauta, acordeón, trompeta, es violines, es rítmico y sensual.

Eliansé: Baile de pareja suelto y con movimientos más rápidos y sensuales, más pegado.

Vals: Es rápido y movido al compás de los tambores, es un baile muy alegre en el cual se pueden dar saltos y vueltas a la compañera.

Contradanza, Minuet, Polkat, Gagá o Vodú.

Primero se reza, cantando la pliyé, pulá se bien: yo rezo  por esta Santa  porque nosotros estamos haciendo una diligencia,  y hay que pedirle permiso a los Santos que son los que mandan, llamamos a todos los espíritus para que nos ayuden y nos acompañen en lo que vamos hacer, para que todos nos salga bien; entonces los tambores contestan con un ritmo  rápido ceremonial, que significa atraer a los santos para que acompañen a los danzantes y músicos en su celebración.

La danza comienza cantando el nombre del pueblo de Okay y balanceando los brazos, torso, pies y la cabeza.

La Reina es la dueña de la danza así como la mujer es la dueña de la casa, es quien dirige y tiene los poderes sagrado,  ella indica como deben realizarse las cosas, si se le sube el santo hay que cambiarle las ropas porque ella tiene su vestuario para empezar a trabajar,  este santo de la reina santigua y bendice a todos los presentes con el agua bendita  que ella ha preparado con sus propias manos; para ello ella utiliza: albahaca blanca, albahaca morada, vencedor, verbena, rompe zaraguey, agua bendita de la iglesia,  colonia y paraíso, ella machuca y exprime las hojas y deja un ramito de cada una y con ese ramito moja a todos y con el poder dado resuelve cualquier tipo de problemas; si queda agua de la preparada por la reina, se lleva para su casa y solamente sus hijos pueden bañarse con esa agua o de lo contrario se debe abrir un hueco  y se debe echar y tapar el hueco, nadie puede pisar esa agua porque le puede traer desgracia, porque esa agua le quitó lo malo a todo el mundo.

La Reina tiene poder y facultades ante Dios y ante los Santos para hacer esta caridad y no puede cobrar.

El espectáculo de la danza para el sacrificio consta de: un chivo, par de pollos, gallina y gallo, vianda, boniato, yuca, plátano.

El sacrificio se realiza así: A las 12 del día justamente todos los tambores se preparan para la ceremonia, los músicos toman y botan en el suelo la bebida llamando a los santos. El mayombero o la Reina sale con su bandera y cuando alguno de ellos salen se comienza a cantar, los tambores se ponen como furiosos dando a conocer el hecho que va a ocurrir, anteriormente  se ha preparado el agua, está en la candela,  el animal también está esperando,.el cuchillo preparado, primero es el chivo, después los pollos; el tercero es el puerco para comer, el cuarto es el carnero:

El chivo, los pollos y el carnero se le pone como ofrenda a los santos y a los muertos, y al otro día por la mañana se puede comer, también se hace: congrí, boniato, yuca, plátano, malanga, ñame, y también se le ofrece primero a los muertos

Ese día se le brinda a la gente que fueron a la ceremonia las bebidas haitianas:

Liké. Se le echa canela, anís estrellado, azúcar y aguardiente.

Tifei: Se prepara con anís estrellado,  canela, albahaca blanca, se pone al sereno 3 noches seguidas y al amanecer se quita para que no le dé el sol,  y al 4to día puede tomarse.
Termina la danza después que se come,  y se baila al otro día culmina la fiesta, no importa la hora, el dueño de la casa es quien decide hasta que hora se debe dejar la fiesta.

El bembé haitiano: Podía comenzar el 22 de diciembre y terminar el 26.

Los descendientes aprendieron los cantos, sus dialectos, los bailes, costumbres y tradiciones. “Por eso decidimos formar el grupo de danza “Okay” en el 1981”, nos reveló.

Se han hecho intentos por crear un grupo de niños, con igual línea para garantizar el relevo”. Asimismo, está ensayando otros bailes para enriquecer su repertorio.

“La mujer en el baile le da seguridad al hombre”, expuso Carmen Amalia García Ruiz, la voz principal del coro.

“Yo soy el corazón de los que danzan, el ritmo del tambor es la campana que hala, los cantos y  la percusión, incitan a los movimientos.”

El rico sonido de los cueros y cencerros de este grupo danzario santacruceño, hacen gozar a sus ancestros, poniéndole más ritmos y riqueza de raza al sudor de la esclavitud pasada, ahora libre en las gargantas.

GRUPO MYSTERE DU VADOUN D'HAITI (23-10-2004)

Un houngan (sacerdote) de voudu y artesano fabricante de instrumentos musicales, tanto de rituales religiosos como artísticos, José Gabriel Expret, organizó en Santiago de Cuba en el año 1992 el grupo folklórico Mystere du Vadoun d`Haití.

El houngan José Gabriel Expret, junto a su esposa Silvia Gardez Almaguer y un europeo interesado en el tema del voudu, ante el altar de la residencia haitiana en Santiago de Cuba. En la foto de al lado, tambores y otros instrumentos musicales fabricados por Expret y otros integrantes del grupo.

El conjunto cultiva todos los géneros de la cultura y de la religión haitianas, especialmente el voudu, en la lengua creole.

Lo integran una veintena de bailarines, músicos y cantantes, en su inmensa mayoría descendientes de haitianos tradiciones de sus ancestros.

José Gabriel posee más de 40 años de experiencia como bailarín, percusionista, asesor y profesor cultural. Durante esos años creó varios grupos folklóricos que han alcanzado fama nacional e internacional. Actualmente su esposa, Silvia Gardez Almaguer, e la directora del conjunto Mystere du Vadoun d`Haití.

La mayoría de los integrantes del conjunto actúan también como profesores de otros artistas cubanos o extranjeros interesados en el aprendizaje de toques, cantos, bailes, rituales o en la fabricación de tambores e instrumentos musicales tradicionales haitianos.

Como única agrupación en la ciudad de Santiago de Cuba que cultiva la tradición haitiana del rará, recorre sus calles y parques durante la celebración de la Semana Santa.

El conjunto ha participado en diferentes festivales, encuentros culturales y eventos artísticos, y ha recibido numerosos reconocimientos y premios por su actuación.

En un lapso de tiempo de cuarenta y cinco minutos despliegan su espectáculo en el que combinan las siguientes obras:

-Oricha mayor (Nagó)
-Oggún Balomi
-Ibbó (Changó)
-Papá Legba;
-Machacha;
-Lamento haitiano;
-Dambalá Uedo;
-Celensó;
-Ercili
-Agué
-Guedé
-Grambua
-Espectáculo del folclor cubano
-Estampas del Carnaval santiaguero
-Rará haitiano (con múltiples toques, cantos, bailes y ritos).

Conjunto Folklórico Obbure-Eye.

El Conjunto Folklórico Obbure-Eye se creó el 29 de marzo de 1993 y a él se incorporaron jóvenes estudiantes y trabajadores de la ciudad de Santiago de Cuba. Actualmente lo componen 32 integrantes, once de ellos, mujeres.

Un fuerte trabajo inicial de investigación sobre las características y el quehacer cultural en la región oriental cubana, el amplio proceso de transculturación y sus manifestaciones danzarias caracterizó la labor del colectivo.

Ha incursionado en la recreación de la cultura franco-haitiana, formando parte de su repertorio, a la vez que se incorporan a los distintos espectáculos que han concebido.

Numerosos premios y reconocimientos han alcanzado en todos esos años, así como participan en festivales y otros eventos, declara  Blas Ferrer Larrea, su director general y coreógrafo.

Ballet  Folklórico Oriente.

Una de las agrupaciones danzarias folklóricas de más antiguedad en Cuba es el Ballet Folklórico de Oriente, quien es poseedor de variados y numerosos reconocimientos.

Se oficializa el 14 de junio de 1959 y sus componentes danzarios y musicales reproducen el caudal enriquecedor étnico y de la vida tanto de Santiago de Cuba, su asiento, como del resto del país. 

Por ello sus presentaciones contienen tanto de lo africano, como lo de español, lo de haitiano y lo de caribeño.

Los años transcurridos y la elevada calidad artística le han permitido llevar sus espectáculos variados  por el territorio nacional y no menos de una veintena de países, con Milagros Ramírez como su directora.


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